En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, voces mayas piden proteger la milpa y el maíz nativo ante el avance de la inteligencia artificial y las semillas modificadas. / Tecnología y tradición: ¿aliadas o amenaza?
José Pallotta/OGY: Mérida, Yucatán.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) y la ANUIES realizaron el conversatorio “Perspectivas de la inteligencia artificial (IA) y su impacto en los pueblos originarios”.
Académicos, defensores y líderes comunitarios analizaron el potencial de la IA para traducir lenguas,
La milpa como centro de vida
Alejandro Salazar Chay, del colectivo comunitario Chuk je’el, explicó que en Dzitás usan herramientas digitales para visualizar, con imágenes y videos, el impacto de distintos cultivos y animales en el sistema de milpa.
Sin embargo, insistió en que la tecnología debe acompañar y no imponer: “No es imponer, es mostrar alternativas. La decisión sigue siendo del productor y de la comunidad”.
Un llamado urgente: no al maíz transgénico
La defensora del territorio Leydi Eloina Cocom Valencia fue tajante al vincular la IA con las amenazas a la soberanía alimentaria:
“¿Puede un algoritmo seguir el consejo de los abuelos cuando se decide en la milpa? ¿Puede pedir permiso a la tierra? Venimos a hablar de IA, pero también de respeto”.
Recordó que el maíz no es solo un cultivo, sino historia, identidad y territorio, y advirtió que la introducción de semillas transgénicas pondría en riesgo no solo la biodiversidad, sino la cultura misma:
“Entrenamos al corazón para no olvidar la lengua y la memoria. La tecnología no puede convertir nuestra herencia en mercancía”.
Guardianes de las semillas
En el encuentro se destacó el trabajo de colectivos como Guardianes de Semillas en Xoy, que protegen y multiplican variedades criollas de maíz, frijol y calabaza, evitando la contaminación genética.
Su labor se volvió aún más relevante frente a un escenario donde la tecnología, mal utilizada, podría abrir la puerta al uso indiscriminado de transgénicos.
Decidir quién controla el fuego
Los participantes coincidieron en que la IA, como el fuego, puede iluminar o destruir. Su impacto dependerá de quién la controle y con qué objetivos.
El llamado final fue claro: la innovación tecnológica debe respetar la milpa, proteger las semillas nativas y garantizar que las comunidades sean autoras de su propio futuro digital y agrícola…(OGY)
