Miles de abejas mueren en Yucatán por fumigaciones masivas
Agricultores y apicultores en pie de lucha; exigen frenar el uso indiscriminado de agroquímicos
José Pallotta/OGY: Tizimín, Yucatán.
Una tragedia silenciosa recorre los campos de Yucatán, en las últimas semanas, miles de abejas han muerto de manera masiva en diferentes comunidades, dejando a su paso apiarios vacíos, familias en crisis y un ecosistema gravemente afectado.
Fernando Rojas Lagunes, presidente de la cooperativa Cabijol de Tizimín y representante de
Según explicó, las muertes comenzaron en Tizimín y se repitieron en la comunidad de Nohalal, todo a raíz de fumigaciones indiscriminadas realizadas por grandes empresas agrícolas.
Fumigaciones mortales sin aviso previo
Rojas Lagunez detalló que las fumigaciones masivas se realizan sin previo aviso, a diferencia de otros países como Estados Unidos o Canadá, donde los productores son notificados con un mes de anticipación para proteger a sus colmenas.
“Lo único que pedimos es que nos avisen antes de fumigar, para poder mover nuestras abejas y evitar estas muertes. Esto no es un capricho, es una medida básica que ya se aplica en muchos países”, señaló con preocupación.
Las consecuencias han sido devastadoras, “Fue una masacre. Llegabas a ver las colmenas y estaban llenas de abejas muertas en las entradas. Una escena horrible”, narró Rojas con voz entrecortada.
Empresas extranjeras y agroquímicos letales
El dirigente señaló directamente a la empresa agrícola Yenera, dedicada al cultivo de maíz y operada en gran parte por inversionistas extranjeros, principalmente argentinos.
Según Fernando Rojas, las avionetas utilizadas para fumigar dispersan el químico no solo sobre los cultivos, sino en un radio de hasta 300 metros, afectando huertos, apiarios y vegetación cercana.
“El problema no es solo la técnica, sino el químico usado: el fibroponil. En las pruebas realizadas en las colmenas muertas, se confirmó la presencia de esta sustancia”, denunció.
Apicultores desesperados y sin justicia
Además del daño económico, la pérdida de abejas implica un golpe directo a la polinización y al equilibrio ambiental. “Las abejas recorren hasta dos kilómetros alrededor de su apiario, si entran en contacto con cultivos contaminados, llevan el veneno a toda la colmena, condenándolas a una muerte segura”, explicó.
Fernando Rojas lamentó la falta de apoyo legal y la nula respuesta de las autoridades durante la administración anterior. “Metimos denuncias, hablamos con las empresas, pero todo quedó en el aire. Nadie se hace responsable”, agregó.
Nuevas esperanzas con el actual gobierno
El representante de los apicultores dijo que, por primera vez en mucho tiempo, ven una luz de esperanza con la actual administración estatal. “Estamos en pláticas con el nuevo gobierno y hay buenas intenciones. Sabemos que no es un problema que se resuelva de un día para otro, pero por fin sentimos que alguien nos escucha”, comentó.
Los apicultores hacen un llamado urgente a los ganaderos y productores agrícolas para que sean conscientes y busquen alternativas al uso de químicos agresivos. “Ellos también necesitan de la polinización. Si matan a las abejas, nos matan a todos”, concluyó Rojas Lagunes…(OGY)
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@pepepallotta
