
La nueva administración denuncia intentos de aumentar impuestos y tarifas para sostener el sistema; se garantiza continuidad con reestructura total.
De la redacción/OGY: Mérida, Yucatán.
El Sistema de Transporte Va y Ven estuvo al borde del colapso financiero por un manejo irresponsable durante la administración del exgobernador Mauricio Vila Dosal.
Así lo reveló este miércoles en rueda de prensa Jacinto Sosa Novelo, nuevo titular de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY), quien denunció que la anterior gestión pretendía imponer una serie de aumentos de impuestos y tarifas a costa del bolsillo de las y los yucatecos.
Propuestas recaudatorias agresivas: revivir la tenencia y más cargas para la ciudadanía
Sosa Novelo dio a conocer que, al asumir el cargo, recibió un diagnóstico financiero alarmante elaborado por la gestión de Rafael Hernández Kotasek, exdirector de la ATY.
En el documento se planteaba obtener más de 1,500 millones de pesos mediante el cobro de nuevos impuestos como; el regreso de la tenencia vehicular, aumentos en el costo de la verificación vehicular, cargas fiscales a taxis y plataformas digitales, y hasta un nuevo impuesto a mototaxis.
“Nos presentaron propuestas para incrementar las tarifas del transporte público. Esa idea vino directamente del entonces director de Planeación y Finanzas, quien recientemente renunció”, señaló Sosa Novelo.
Transporte quebrado, pero garantizado: reestructuración total en marcha
A pesar del desfalco, el funcionario aseguró que el sistema Va y Ven no se detendrá, se está realizando un rediseño profundo de rutas con base en estudios técnicos actualizados, ya que el último estudio de origen-destino data de 2014.
El objetivo, afirmó, es corregir la improvisación heredada y garantizar un servicio funcional, sostenible y centrado en las necesidades reales de los usuarios.
También señaló que se esta trabajando ya en auditorías financieras y de gestión, así como en una revisión del análisis costo-beneficio del proyecto de transporte público, cuyo diseño original se remonta a 2015 y que fue alterado sin sustento desde 2019.
“La administración anterior pretendía tapar sus errores haciendo pagar más a la gente. “Hoy estamos poniendo orden y sentando las bases de una movilidad digna y sostenible, donde el usuario esté al centro, no como fuente de recaudación”, concluyó Sosa Novelo…(OGY)