De la redacción/OGY: Mérida, Yucatán.
En la década de los sesentas la Península era gobernada por Carlos Sansores Pérez, en Campeche, David Gustavo Gutiérrez Ruiz en Quintana Roo y Carlos Loret de Mola en Yucatán se distinguían por una enemistad producto de la rivalidad política, pero es el sector agropecuario quien finalmente logró unirlos para sacar adelante a esta región olvidada del país, dijo el ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Rural Noé Peniche Patrón al Observador Gráfico Yucatán.
Peniche Patrón señalo que esto se dio gracias a que a nivel mundial se expandía la fiebre aftosa y en gusano barrenador y para proteger al país, en la frontera sur del país en Chiapas se instala un retén o cordón sanitario, pero los beneficios no llegaban a la Península de Yucatán, pero y a través de la hermandada entre los productores se consigue que el programa del gusano barrenador llegue a la Península, así como una fábrica de moscas estériles, para el combate de la mosca del mediterráneo en Chiapas, logrando su control total.
Esta situación permitió la exportación de hortalizas sin problemas al vecino país del norte, incluso con el reconocimiento del departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Norte América (USDA), así como los notorios avances en el control de la garrapata a nivel nacional.
Otro factor que contribuyó a que los gobernadores realizaran acciones conjuntas fue la falta de mercado para la miel, por precio justo, la contaminación y adulteración del dulce, lo que se resolvió con la instalación de un Comité Apícola Peninsular, presidido por el prestigiado productor Edie Lara, que lidereaba desde Escárcega, la producción de miel.
Comité que no sólo logró recuperar el terreno perdido, sino un mejor precio y los rechazos por adulteración y contaminación se iban aclarando elevando la calidad del producto, hoy o actualmente tan deprimida, por lo que urge una acción similar para rescatar a los apicultores y no seguir culpando a la agricultura y dejar de competir internamente, dado que nuestros clientes en el mundo son los mismos, sobre todo la familia Tuquel de Alemania que saben están divididos y de ahí el bajo precio.
Por lo que respeta a la ganadería se instala un cordón sanitario peninsular, con dos casetas, una en Santa Adelaida y Nuevo “Campechito” que son las entradas a la Península de Yucatán y si alguno se atrasaba, habían casetas interestatales en Quintana Roo, Campeche y Yucatán, a pesar de las diferencia políticas que existen como en el pasado, siendo los productores agropecuarios los que dieron la muestra de la unidad.
Hoy existen mejores condiciones para que esas acciones de unidad se vuelvan a fortalecer con Joaquín Díaz Mena en Yucatán, Laida Sansores en Campeche y Mara Lizama en Quintana Roo que de manera unida deben enfrentarse a los nuevos retos como lo es la producción de arroz, en zonas inundables del Cono Sur en Yucatán, el arroz denominado de “fangueo” variedad traída de Surinam y que los holandeses cultivaban.
Finalmente dijo será en otra ocasión cuando hable sobre el problema de límites entre los tres estados donde no hay avances, por eso hay en todavía hay yucatecos que se sienten campechanos o quintanarroenses situación que debe aclararse aprovechando la coyuntura de tres gobernadores identificados con la presidente Claudia Sheinbaum…(OGY)