NOÉ PENICHE INICIARA EN ABRIL LA ENTREGA DEL LIBRO “HISTORIAS DE LOS FERROCARRILES EN YUCATÁN”

Este valioso libro tiene como base los estudios e investigaciones del Ing. Don Gelasio Luna y Luna, gran conocedor y estudioso desde los orígenes del ferrocarril en la península de Yucatán.

De la redacción/OGY: Mérida, Yucatán 21 de marzo 2023-.

El compilador del libro Historia de los Ferrocarriles en Yucatán 1857-1920, Un Camino hacia el tren Maya, Noé Peniche Patrón informó que la segunda edición del libro ya está en impresión y partir del mes de abril comenzará su entrega a bibliotecas públicas, gracias al apoyo popular.

El entrevistado dijo que fue durante la clausura del Festival Internacional de la Lectura del Estado de Yucatán, cuando anuncio el arranque de la impresión de la obra cuyo prólogo estuvo a cargo del cronista oficial de Espita, José Antonio Gutiérrez Triay, al que por cierto señala que tanto él como su esposa estuvieron tocando puertas hasta que consiguieron que con el apoyo popular se concrete la impresión de la obra donde realiza un detallado recuento de la construcción del sistema ferroviario y su impacto en el desarrollo económico del estado y de la industria henequenera.

En su escrito Gutiérrez Triay señala lo siguiente: Anita y Noé, amigos de siempre, puedo testimoniar de su interés y las acciones correspondientes para para realizar una edición de esta historia de los ferrocarriles en Yucatán, incluso en los días de acmé en las estadísticas de la pandemia reciente. Nunca se cejó en el intento.

Cuando una puerta se cerraba, se tocaban otras para apoyar el proyecto durante cada una de las distintas etapas que implica publicar un libro bien hecho.

Noé Peniche es un enamorado del proyecto del Tren Maya en construcción, lo defiende, lo promueve, le apuesta como político con visión de futuro. Encuentro en esa actitud el origen de este libro al recordar que la comunicación ferroviaria decimonónica contribuyó para resarcir los que las diferencias de intereses políticos y económicos particulares promovieron y originaron escisiones.

Al igual que entre la naturaleza característica de esta región, las decisiones particulares de las élites gobernantes, aun con a fratricida guerra llamada de castas y la fragmentación territorial, no minaron en su esencia de origen a los habitantes de esta península que por mucho tiempo estuvo prácticamente incomunicada con otras regiones de México, lo que impedía una mayor comunión espiritual llamada nacionalismo.

Resulta menester recordar que, en la práctica, nunca se perdió la comunicación entre sus habitantes, porque como en el mundo natural del ecosistema peninsular, con sus costumbres, el modo de hablar influenciado con el idioma maya como lengua materna; la gastronomía, el fenotipo, los atavismos y el sincretismo cultural maya-español no se afectaron con la división política que ha sido, al final, más que nada de tipo administrativo y,

aunque existan rivalidades, a veces con exacerbaciones micro regionales, nadie ha logrado que se pierda la identidad de los habitantes de esta península. Ni en los tiempos más agrestes de la rivalidad política entre las principales ciudades de esta región se disipó la afinidad genérica en su identidad y pertenencia.

Hubo también formas civilizadas y, como ejemplo nacional, fue en cuanto a las alternancias en los gobiernos de Santiago Méndez y Miguel Barbachano, aun siendo acérrimos rivales y con las diferencias en sus perspectivas muy marcadas derivadas de sus intereses para gobernar. Aquello indica que el sentido de herencia cultural de nuestros pueblos es superior a las visiones e intereses particulares e influye para actuar con responsabilidad en el quehacer político.

La unión común, esa comunión espiritual no se perdió y esa comunicación se incrementaría con la modernidad de entonces: la llegada del ferrocarril. Fue gracias a los visionarios personajes de nuestra península que apostaron sus capitales para modernizar la región y hacerla muy importante en la vida nacional.

“De las 10 empresas ferroviaria que operaban en México, el sector privado mexicano controlaba una: Ferrocarriles Unidos de Yucatán.

Su capital ascendía a 23 millones de pesos, era la inversión de mayor importancia en cuanto a capitales privados mexicanos y representaba el 15% de los mismos. Fuente José Yves Limantour en El Capital Extranjero (1901).”

Este valioso libro tiene como base los estudios e investigaciones del Ing. Don Gelasio Luna y Luna, gran conocedor y estudioso desde los orígenes del ferrocarril en la península, con su perspectiva como gerente de los ferrocarriles Unidos del Sureste. Esa importante aportación quedó inédita al fallecer.

Noé Peniche Patrón se propuso rescatarla y poner las actualizaciones que se requirieran. Coordinó a las personas que pudieran aportar para su enriquecimiento. Fue fundamental la participación del Ing. Gelasio Luna Conzuelo, a quien una afección de la pandemia le impidió ver la edición por su inesperado deceso.

Se continuó con el proyecto honrando la memoria de padre e hijo, resultaba muy valioso lo aportado para dejarlo en el limbo. Con la vehemencia de Noé se logró concluir, adicionándole crónicas y opiniones que complementarían desde otras perspectivas lo histórico de los ferrocarriles que recorrieron las tierras de nuestra región, incluso con proyectos para el territorio que hoy es el Estado de Quintana Roo que no se cumplimentaron. De aquella etapa de esplendor sólo quedan las historias escritas y recuerdos de la tradición oral: hoy están extintos, no se modernizaron. Los ferrocarriles regionales, desaparecieron.

Esta es una obra que debe difundirse más porque siempre comprender el pasado otorga pleno manejo de las situaciones actuales que atraviesa la sociedad. Es el quid del asunto. Para hacerlo se requiere de los recursos económicos fundamentalmente y no siempre existen mecenas para las obras de gran importancia como la que se presenta.

Si bien la Historia no se repite tal cual, quedan semejanzas, coincidencias que aparecen, para este caso, con más de cien años posteriores, pero siempre con el afán modernizador, ahora como una política pública del gobierno federal en su afán de rescatar a esta región del país y ascenderla a estrados de mayor desarrollo económico.

El Tren Maya aparece en esa coincidencia y viene acompañado con una polémica generada, como todo cambio que origina diferencias entre la sociedad, más aún cuando cada día es más plural. Pero a la vista están las grandes inversiones que implica la construcción de esta magna obra, como ocurrió hace casi dos centurias. Sea para bien.

Imprescindible es difundir esta obra entre las nuevas generaciones, tenerla en las universidades, en las bibliotecas escolares, para no olvidar el pasado, pues desconocerlo hace decrecer el espíritu patrio…(OGY)

Si te gusto la nota suscribete a nuestro canal de Youtube y Facebook

-ESTE ANUNCIO PODRIA SER DE TU INTERES!-

0 0 votes
Article Rating

Deja un comentario

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
error: Contenido protegido.
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x