
Protesta de Pescadores en Yucatán causan daños a infraestructura y violencia en las Calles
De la redacción/OGY: Mérida, Yuc.
En una manifestación que buscaba presionar por indemnizaciones federales, pescadores provenientes de Sisal, Hunucmá y Tetiz desencadenaron disturbios que resultaron en daños a la infraestructura urbana y la sede del Poder Ejecutivo de Yucatán.
A pesar de haber sido atendidos por funcionarios estatales, las acciones de los pescadores se tornaron violentas y destructivas, afectando tanto a la ciudad como a sus propios objetivos de protesta.
Disturbios en las Calles por protestas
En medio de la protesta, un grupo de pescadores, algunos de los cuales presentaban evidentes signos de
intoxicación por sustancias prohibidas, comenzaron a desmantelar y arrastrar las gradas portátiles ubicadas frente a la Catedral de Mérida, que normalmente son utilizadas para espectáculos nocturnos.
Esta acción causo daños a la calle y en perjuicio tanto de peatones como de automovilistas que transitaban por la zona.
Violencia y Destrucción
Los manifestantes procedieron de manera violenta, arrojando objetos contundentes y obstaculizando el tráfico en el corazón de la ciudad. Posteriormente, en un acto de furia, desmontaron tablones y andamios que estaban siendo utilizados para la renovación del Palacio de Gobierno.
Estas estructuras fueron lanzadas con violencia y luego incendiadas, lo que no solo afectó a los comercios circundantes, sino que también creó una atmósfera de intimidación para quienes transitaban por la Plaza Grande de Mérida.
Provocación Planeada
Además, se pudo identificar la presencia de grupos armados con piedras y palos, quienes parecían estar dispuestos a generar situaciones de violencia y confrontación.
Estas acciones parecen haber sido planeadas con la intención de atribuir a las autoridades estatales la responsabilidad de la escalada violenta y desacreditar así las manifestaciones pacíficas.
Conclusión
Lo que comenzó como una manifestación legítima por parte de los pescadores de Sisal, Hunucmá y Tetiz en busca de indemnizaciones, se convirtió en un episodio de violencia y destrucción en las calles de Mérida.
Los daños a la infraestructura urbana y la actitud violenta de algunos manifestantes desviaron la atención de sus demandas legítimas y generaron un ambiente de caos en la ciudad.
La necesidad de un diálogo constructivo y pacífico se vuelve crucial para resolver este conflicto de manera satisfactoria para todas las partes involucradas…(OGY)